miércoles, 20 de febrero de 2008

El Capitán Planeta ya no es un héroe


Imaginemos durante un segundo a una persona que profesa sin dudar cualidades y sentimientos que en realidad no tiene. Estaríamos hablando de un hipócrita seguramente.
Esto es lo que le sucede al reputado ex vicepresidente americano Albert Arnold Al Gore, que después de denunciar públicamente los problemas de la contaminación y el calentamiento terrestre, resulta que tiene un complejo minero de zinc en Carthage (Tennessee) que emitió 1,8 millones de vertidos tóxicos entre 1998 y 2003.
Al parecer su padre ex senador norteamericano adquirió los terrenos y derechos de explotación en 1973 cuando se encontraba de senador de EE.UU. Posteriormente cediólos derechos al hijo que contaba 25 años. Las décadas siguientes de explotación se especula que Al Gore ha reportado más de 500.000 dólares para su fortuna personal en conceptos de arrendamiento.
Actualmente una cadena canadiense llamada Strategic Resource Adquisition ha conseguido reanudar los derechos de explotación y prevé comenzar la explotación bajo el nombre de MidTennessee Zinc. Esta compañía fue la misma que comunicó al diario estatal The Tennessean que la explotación minera produjo 2.600 millones de libras de zinc que se estiman en 26 millones de toneladas en material metálico restante.
Es evidente que existen ciertos riesgos con las emisiones tóxicas a la atmósfera de la explotación además de la contaminación del agua con un alto nivel hídrico de zinc.
Se han documentado diversos estudios que nos muestran esto. Uno de los primeros, por The Environmental Protection Agency (EPA) en 1998 asegura que se encontraron 724.800 kilos de elementos tóxicos en el agua, aire y suelo de la zona. También en áreas próximas como Cumberland, también incluida en la zona de análisis, 1,1 millones de kilos dando un total de 1,8 millones de kilogramos de vertidos tóxicos.
Realmente las cifras son alarmantes, y seria completamente comprensible emplear sanciones para alguien que promueve estas emisiones tan nocivas para el medio. Pero este caso es excepcional, el protagonista es el hombre del medioambiente y de la sostenibilidad y no puede cometer estos peligros potenciales.
Su documental-denuncia Una verdad incómoda ha dado vueltas por todo el mundo exponiéndose en las mejores salas, con la intención de concienciar a la población de las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global. Ahora tenemos otra verdad incómoda, quizá no más fácil de afrontar que el problema medioambiental, pero sí más difícil de digerir.
Aún así, el argumento fundamental del ex vicepresidente sigue siendo que el calentamiento global es real y producido por el ser humano durante todos estos años; humanos entre los que se encuentra usted Al Gore.

4 comentarios:

esteban lob dijo...

El personaje que mencionas me provocó en su reciente visita a Chile muchos resquemores y dudas acerca de la sinceridad de su acción por el mundo, tan bien remunerada.

El caso que explicas,demuestra que esas aprensiones tenían plena justificación.

Un abrazo.

En la busqueda dijo...

Lo de siempre... las palabras y las acciones de los politicos no siguen los mismos lineamientos.

Saludos.

elalcaravan dijo...

siempre en la política hay incosecuencias, por eso no hay que creerles mucho

Anónimo dijo...

De verdad encunetro que las inconsecuencias son lo peor que puede existir..

La humanidad porgresará recien cuando estemos todos en coherencia con lo que esta bien...

¡¿Con que moral Al-gore hizo ese vieo?! me da la impresión de que para ganar unos cuantos verdecitos (dolares) más

saludos desde Chile